¿Cuándo surgió la imprenta?

La imprenta es un método mecánico destinado a reproducir textos e imágenes sobre papel, tela u otros materiales. Esta técnica tiene sus orígenes un poco confusos: alrededor de 440 a.C, los romanos tuvieron sellos que imprimían hojas de inscripciones sobre objetos de arcilla. En China, entre el 1041 y 1048, Bi Sheng inventó un sistema de imprenta de tipos móviles a base de piezas de porcelana que realizaba impresiones sobre papel de arroz.

Sin embargo, fue en el año 1450 cuando la imprenta moderna – la más similar a la que hoy conocemos – fue creada por el alemán Johannes Gutenberg. Lo más curioso es que su nombre no consta en ninguno de sus impresos conocidos y, por lo tanto, muchas otras personas se disputan el título de “Padre de la Imprenta”: el alemán Mentelin, el médico y tipógrafo italiano Panfilo Castaldi, el holandés Lorenzo de Coster y otros.

La historia de Gutenberg fue difícil y su hecho solo obtuvo reconocimiento debido al esfuerzo de su equipo de impresores, que lo defendió incluso años después de su muerte. Hasta mediados del siglo XV, los libros se difundían en copias manuscritas por monjes y frailes dedicados a la réplica de ejemplares para reyes y nobles. No todos los monjes copistas sabían leer o escribir y podían llevar hasta 10 años para entregar un solo libro.

Gutenberg apostó que era capaz de hacer varias copias de la Biblia con la mitad del tiempo y pidió dinero prestado para invertir en su nueva máquina, pero el proceso llevó mucho más tiempo del que él podría predecir. El alemán tuvo que pedir préstamos otras dos veces, pero la tercera vez se la negaron y tuvo que salir de su imprenta arruinado. Cuentan que Gutenberg fue acogido por el obispo de la ciudad, con quien vivió hasta su muerte, mientras él caía en el olvido.

Peter Schöffer, el aprendiz de Gutenberg, terminó el cometido que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas a altos cargos del clero. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos debido a la rapidez de la ejecución. Actualmente, se conservan muy pocas Biblias de Gutenberg y en España hay dos: una completa en Burgos​ y otra con solo el Nuevo Testamento en Sevilla.